Una pandemia y el fin de un permiso de maternidad han sido necesarias para volver por aquí y actualizar pero, como bien dicen por ahí…

Nunca es tarde…

… Ni temprano.

Siempre es el momento adecuado.

Así que… ¡Allá vamos!

Tras dos años por tierras abderitanas, al mando de la batcueva, con cinco aprendices a superhéroes que acabarán dejándome a la altura del betún (tiempo al tiempo…); el concurso de efectivos, una errorcillo de cálculo (¡nah! una tilde de nada) y la suerte me han llevado, nada más y nada menos, que a un recóndito rinconcito al límite de la Alpujarra granaína’.

Llego a un cole rural, pero rural, rural de verdad… Bueno, más que a un cole, llego a una «casa grande» (como versa el cuento Por cuatro esquinitas de nada) con una familia numerosa que, desde el primer momento, me acoge como un miembro más. Bueno, me acoge no, ¡nos acoge a los 3! Porque ahí, como buenos mosqueteros, vamos TODOS A UNA. Ante cualquier actividad extraordinaria, salida por el entorno, celebración… La pregunta es unánime: «Seño, tu nene y tu marido vendrán, ¿no?» Y ellos, como buenos compañeros de vida, ahí que están siempre. ¡Así da gusto!

Si bien es cierto que esta situación pandémica cuasi-apocalíptica nos ha dado poquito tiempo para «disfrutarnos» -de momento-, he de decir que han sido unas semanas súper gratificantes laboral y personalmente. Hemos podido vivir, dada la brevedad temporal, algunas miniaventuras (que contaré en otra ocasión), pero hoy vamos a dedicar el post a presentar a Paradox y, con él, la pequeña narrativa gamificada que alguno de «mis peques» van a experimentar a lo largo de este tiempo de confinamiento.

¡Paradox se ha perdido! ¡VAYA MALA PATA! Pero… no se ha perdido en cualquier lugar, no… Por lo poco que sabemos, pues menos mal que ha podido contactar con algunos de mis peques para que le echen una mano, está en algún recóndito lugar del espacio y… ¡vete tú a saber en qué época de la historia se encuentre!

Efectivamente, como bien habréis adivinado, Paradox no es nada más ni nada menos que un viajero espacio-temporal cuyo panel de control de su nave ha sufrido un fallo catastrófico y necesita, con urgencia, que le echemos una mano para volver a su hogar.

Captura de pantalla 2020-04-26 a las 23.37.18
Lo poco que queda del panel de control de la nave

Para seguirle la pista, he confeccionado un pequeño «Manual de instrucciones» para que nos echéis una mano, si os animáis. Entonces… ¿os apuntáis a esta aventura?

Manual de instrucciones – EL VIAJE DE PARADOX

EL VIAJE DE PARADOX